Dedicarse profesionalmente a la fotografía de bodas no es cosa baladí. Hay que saber mucho de fotografía, bastante de psicología y – hoy en día – de informática y marketing digital.
¿Qué necesito saber? ¿Cómo puedo entrar en el mercado? ¿Cómo consigo clientes? Son las principales preguntas que uno se hace cuando se plantea ser fotógrafo de bodas.
Vayamos por partes…
Índice
Formación. ¿Dónde aprender?
Estoy seguro de que hay grandes fotógrafos autodidactas; de hecho, conozco a unos cuantos. Al fin y al cabo vivimos en la era de la información, dónde podemos encontrar miles de tutoriales, ejemplos, post, con los que aprender a hacer todo lo que se nos pueda pasar por la cabeza.
No obstante, si uno se puede permitir el que alguien le enseñe, no debería perder la oportunidad.
La fotografía es un arte que bebe de muchas fuentes y mucho más complejo de lo que, a priori, podría parecer. El acudir a un buen curso es algo de lo que no te arrepentirás.
Y sí, he dicho “curso” y no “carrera”.
Las carreras y/o ciclos formativos suelen tener que abarcar demasiados conocimientos y tienden profundizar poco en la mayoría de ellos. Es estupendo estudiar Comunicación Audiovisual (cómo hice yo) pero aprenderás muy poquito de fotografía.
Los cursos, sin embargo, son mucho más directos y aprenderás en semanas lo que no aprenderías en una carrera en años. Así que, si tienes claro que quieres dedicarte a la fotografía, ahórrate tiempo y dinero en carreras y ve al grano.
Practica
Práctica y teoría tienen que ir de la mano si quieres aprender fotografía. Sal, experimenta y juega con los parámetros. El ensayo/error es parte esencial del aprendizaje.
Así que practica, practica y practica. Cuando llegues a casa revisa todas y cada una de las capturas. Mira cual está mejor y por qué. Se autocrítico/a.
El visionado del material debe ser parte de tu rutina. Da igual si estás empezando o si llevas 80 años trabajando de fotógrafo.
¿Cómo meter la cabeza en el sector?
Bien, ya tienes nociones de fotografía y quieres empezar en el mundo de la fotografía de bodas… welcome to hell!
¿Cómo consigo bodas si no tengo archivo para enseñar y no tengo experiencia?
Segundo cámara
Mi recomendación es el intentar ir como segundo cámara con algún fotógrafo. Cuanto mejor sea este mucho mejor para ti.
Y aquí entramos en terreno pantanoso… Yo no cobré ni un centimo por las primeras 20-30 bodas a las que fui de segundo cámara. ¡Y eso que sabía de fotografía mucho más que el primer cámara!
Me sirvió mucho para experimentar la dinámica y los tiempos de las bodas, ver como moverme, aprender de mis errores (y de los ajenos) y, en definitiva, coger confianza para desenvolverme en el futuro.
Así que eres tú, como futuro/a fotógrafo en potencia, quien tiene que valorar ese aprendizaje. ¿Prefieres aprender o ganar dinero?.
Ojo, yo siempre he pagado a los segundos cámaras desde su primera boda, aunque fueran absolutos desastres y de sus diez primeras bodas no me sirvieran más de 5 imágenes. Pero, desde la posición de un novato que quiere aprender y empezar a entrar en el mundillo, creo que compensa el acompañar a un buen fotógrafo aunque sea gratis.
Eso sí, dile al fotógrafo que quieres revisar las capturas con él. Si haces una boda y no ves nunca el resultado para saber qué has hecho bien y qué mal, nunca aprenderás.
Portfolio
Además (no por último menos importante) puedes intentar llegar a un acuerdo con el fotógrafo para poder utilizar las imágenes que tú tomes para tu portfolio personal. ¡Pero, ojo! No des por hecho que por que hayas apretado tú el botón y seas el autor de esas imágenes, puedes utilizarlas. La boda, los clientes y el contrato (concesión de derechos) no son tuyos.
Pongamos por ejemplo que el fotógrafo con el que vas ha hecho las cosas bien y tiene un contrato firmado con los novios en el que se especifica el uso que se puede hacer de las imágenes de la boda. En dicho contrato los clientes han especificado que no se autoriza el uso de las imágenes en plataformas digitales. Llegas tú y te pones a publicar fotos en tu Instagram. Ya tenemos lío.
Además has de tener en cuenta la competencia. Si un fotógrafo consigue (qué lo suyo cuesta) una boda espectacular a la que un fotógrafo novato no tendría opción de acceder, coloca todo (novia, escenario, parámetros de cámara, iluminación) para que tú, como segundo cámara, hagas un disparo en concreto que él tiene en mente… tú aprietas el botón, pero ¿eres autor?
Luego subes esa foto a tu Instagram y marcas importantes la repostean. Desde tu perfil, no desde el de el fotógrafo. Resulta que le has hecho la competencia. Y, créeme, no te va a dejar que vuelvas a compartir ni una imagen de sus bodas por mucho que el “click” sea tuyo.
FFF. Family, friends, fools.
También puedes hacer fotos en bodas de amigos y familiares para ir haciendo archivo y coger experiencia, P-E-R-O…
Debes ser muy consciente de que todavía no tienes ni idea de hacer bodas. Si no quieres que tu primo se arrepienta el resto de sus días de haberte llevado a ti, déjale muy claro que estás aprendiendo y que todavía te faltan tablas. No, por que hagas unas fotos muy chulas no eres fotógrafo/a de bodas.
No es lo mismo hacer una foto preciosa de un atardecer, o un retrato magnífico, que ir corriendo hacia atrás esquivando a señoras mientras cambias parámetros de la cámara y a la vez estás haciendo fotos perfectamente encuadradas y nítidas. Se humilde y honesto/ contigo mismo/a.
A hacer bodas como Dios manda no se aprende de un día para otro. Hay muchísimos fotógrafos que llevan un porrón de años haciendo bodas a los cuales no me llevaría de segundos cámaras ni gratis.
Así que intenta ir de segundo con buenos fotógrafos, aprende de tus errores y de los suyos y, cuando te sientas con confianza, plantéate el empezar a hacer bodas como primer cámara.
Estoy preparado/a para ser fotógrafo de bodas ¿Y ahora qué?
Ya te ves con fuerzas y confianza, has cubierto muchas bodas de segundo/a cámara y algunas de primero/a y quieres volar con tus propias alas. ¿Cómo narices consigues bodas?
Pues bien, aunque esto da para un post larguísimo intentaré resumirlo.
La web
Estamos en el siglo XXI, ¡demonios! Si no tienes la web desde hace tiempo, mal hecho.
La página web es el escaparate del fotógrafo de bodas (y de casi cualquier negocio actual). De nada sirve ser el mejor fotógrafo de bodas de tu generación si nadie lo sabe.
Ten una buena web en la que se vea de qué eres capaz. Ahora bien, las visitas a tu web no vienen solas. Hoy en día es vital que tengas conocimientos altos de cómo funciona el universo online.
Necesitas que términos como SEO y SEM no sólo no te sean desconocidos, si no que formen parte de tu rutina de trabajo. Tener presencia en google es clave. ¿Sabías que el primer puesto de google se lleva un 200% más de clicks que el segundo?
Algún día escribiré largo y tendido acerca de todo esto.
Redes sociales
Las redes sociales deben ser parte importante de tu estrategia de marketing. Te proporcionan una visibilidad gratuita que no debes desdeñar y, aunque cada vez están más saturadas y los resultados orgánicos (gratuitos) son peores, siguen siendo importantes.
Contenido
De nada sirve que tu web vaya como un tiro o que inviertas 10 mil euros en una campaña para que lleguen miles de visitantes a tu sitio o perfiles de redes sociales si tus fotos son un desastre. Volvemos a lo de ser honestos y autocríticos.
Hay cientos de miles de páginas/perfiles de fotógrafos de boda. El cliente de hoy compara, y mucho, así que se bueno/a en lo que haces y cúrrate las cosas.
Paciencia (y otro empleo)
No, no quiero ser un agorero y deprimirte, pero salvo que seas un genio del marketing y la fotografía y, además, tengas mucho dinero para invertir y para vivir mientras la cosa se pone en marcha, las vas a pasar canutas.
Las webs tardan mucho (incluso haciéndolo todo perfecto) en posicionar bien. Vas a tardar mucho en tener bodas suficientes, si es que algún día las tienes, para vivir. Así que si puedes tener otro trabajo del que vivir mientras todo despega, muchísimo mejor.
Una de las cosas más importantes a la hora de atraer clientes es el SEM, es decir, el marketing de pago en motores de búsqueda. Y eso, amigo/a, requiere invertir dinero que tardará mucho en recuperarse.
Conclusiones
Si crees que ser fotógrafo de bodas es fácil o que vas ha vivir de lujo, siento ser yo quien te lo diga, estás muy equivocado/a. En mi post ¿Cuánto cuesta un fotógrafo de boda? puedes hacerte una idea de la realidad, en cuanto a € se refiere, del mundo de la fotografía de bodas.
Hace poco, hablando con un colega, me preguntó “¿tú te ves jubilándote como fotógrafo de bodas?” y siguió “todo al que pregunto me dice que no”. Y es que el sector de la fotografía de boda ha sufrido un bofetón (o unos cuantos) en los últimos. Todo ha cambiado. Cualquiera puede tener una web y hacerse llamar fotógrafo (ya sea legal o pirata).
Ser fotógrafo de bodas puede ser un trabajo genial. Conoces a gente, vives momentos muy intensos y haces algo muy bonito por los demás. Pero también es muy duro y requiere mucho tiempo y esfuerzo.
Con este post he querido aportar algo de información que puede ahorrar más de un disgusto a aquél que esté pensando en meterse en este maravilloso pero sacrificado mundo.
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